Llanfairpwllgwyngyllgogerychwyrndrobwllllantysiliogogogoch

Aunque a priori pudiera parecer un batiburrillo de letras, esta palabra de 58 letras corresponde al nombre de una población de la isla de Anglesey, al noroeste de la nación de Gales. Un pueblo que puede presumir de tener uno de los topónimos más largos del mundo. De hecho, fue en 1860 cuando sus gobernantes decidieron adoptarlo para contar con la estación ferroviaria con el nombre más largo de Gran Bretaña.

 

Su extensa nomenclatura representa una gran atracción para los turistas, que acuden a este lugar para fotografiarse con alguno de los carteles que anuncian la población, especialmente en el de la estación de trenes. Abreviado comúnmente como Llanfair PG, el significado traducido del galés, «iglesia de Santa María en el hueco del avellano blanco cerca de un torbellino rápido y la iglesia de San Tisilio cerca de la gruta roja», deja perplejo a cualquier curioso que pase por la zona.

 

Gobustán y sus piedras musicales

Azerbaiyán es quizás un país desconocido para muchos, pero oculta maravillas como el Parque Nacional de Gobustán, a no demasiada distancia de Bakú, la capital del país. Declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2007, se trata de una espectacular combinación de volcanes de lodo, petroglifos, arte rupestre y curiosidades geológicas como las piedras musicales.

 

Las piedras musicales, llamadas Gaval Dash, son el producto extraordinariamente raro de procesos climáticos y la combinación de gases naturales, que en Gobustán se encuentran presentes en varios puntos. El Gaval Dash se ha utilizado como instrumento desde la prehistoria, usando pequeñas rocas que se golpean contra la piedra, emitiendo sonidos semejantes a los que produce una pandereta o un xilófono.

 

La isla del aire

Un imponente faro de 38 metros de altura – el mayor de Menorca -, con sus inconfundibles rayas blancas y negras, nos señala la ubicación exacta de la deshabitada isla del aire, situada al sureste de Punta Prima. Una pequeña isla de 30 hectáreas que quedó aislada del resto de Menorca hace 9000 años, creando un pequeño mundo de endemismos que han hecho de ella un lugar único, propiciando la existencia de uno de los lugares con mayor densidad de reptiles por metro cuadrado del planeta, debido especialmente al gran número de lagartijas.

Precisamente una de las dos especies endémicas de lagartijas de la isla del aire ha atraído las miradas de la biología mundial por tratarse del primer caso conocido de un reptil que poliniza una planta.

 

 

La Shell Beach de Gustavia

Gustavia, la capital de la caribeña isla de San Bartolomé – una colectividad territorial de ultramar perteneciente a Francia -, cuenta con una playa muy especial al sur de su núcleo urbano. La Shell Beach, una pequeña playa formada por millones de pequeñas conchas y cantos rodados, se ha convertido en uno de los rincones más insólitos de la isla.

La playa adquiere unas tonalidades rosáceas durante el atardecer que transforma este espacio caribeño en un lugar de ensueño y en un paisaje inolvidable. Un curioso paraíso natural que es además un espacio idóneo donde practicar esnórquel gracias a la claridad de sus aguas.

 

Lago Sorvágur

El lago Sørvágsvatn o Leitisvatn es el mayor de los que podemos encontrar en las Islas Feroe. Bien es cierto que sus poco más de tres kilómetros y medio de área y su escasa profundidad no llaman demasiado la atención, pero su ubicación forma uno de los espectáculos naturales más bellos del norte de Europa. El hecho que marca la diferencia es su situación por encima del nivel mar, en concreto 32 metros, creando un efecto óptico envidiable junto a los acantilados, en especial en uno de sus flancos, por el que cae directamente al océano Atlántico una cascada de 30 metros de altura, la cascada Bøsdalafossur.

La afortunada isla de Vágar, una de las que se encuentran más al oeste de las Islas Feroe, nos regala este prodigio de la naturaleza a muy poca distancia del aeropuerto. La increíble pared del acantilado que contrasta con el borde del lago, en consonancia con las tonalidades del tapiz verde que lo rodea, forman un escenario natural de enorme belleza.

 

 

El Pozo de Thor

Uno de los puntos más peculiares y asombrosos de la costa oeste de Estados Unidos lo encontramos en el estado de Oregón. Cerca de Spouting Horn, en el cabo de Perpetua, el llamado «Pozo de Thor» es un increíble agujero de piedra en el que se adentran las aguas del océano Pacífico dando la impresión de que fuera una ventana al inframundo por la que se precipita la mayor masa de agua salada de la Tierra.

Aunque en realidad el agua es de nuevo expulsada hacia el exterior, este agujero de seis metros de diámetro de roca basáltica forma una especie de sumidero que es especialmente llamativo y sorprendente cuando se producen las mareas altas y se da un fuerte oleaje.

 

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